En los momentos claves, el deportista de elite necesita dar lo mejor de sí mismo con el mínimo gasto y el máximo rendimiento para conseguir la mayor optimización.
El hombre es una máquina biológica que funciona gracias al tono vital, energía que dispone el organismo para cumplir todas las funciones físicas y psíquicas. Un tono vital equilibrado es necesario para poder rendir al máximo en cualquier faceta de la existencia.
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Cuando está bajo, hipotonía, la apatía y la desmotivación que le acompañan impiden el buen desarrollo de las funciones.
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Lo mismo ocurre cuando está alto, la hipertonía que se genera da lugar al bloqueo de las capacidades mentales y físicas y con ello a la bajada drástica del rendimiento.
Aprender a ajustar el tono vital resulta esencial para conseguir el máximo rendimiento en cualquier actividad. Podemos enseñar recursos con los que la persona pueda aprender a regular y dosificar su propia energía individual en los momentos que lo necesite.
Según el Dr. Mariano Espinosa, “El deportista ha de ser considerado en tres dimensiones: La de ATLETA MÁQUINA con sus valores técnicos, la de ATLETA PERSONA con sus capacidades físicas y la de ATLETA PERSONALIDAD con sus valores a nivel psicológico .“ Leer informe Octubre 2008 - "Altos rendimientos y Sofrología"
En el deporte de élite se necesita dar lo mejor de sí mismo cuando llega la competición. Para lograrlo se necesita coordinar en un mismo momento los valores técnicos, las capacidades físicas y la serenidad mental.
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El deportista entrena la parte técnica y la mejora con ayuda del entrenador técnico.
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La forma física la adquiriere con constancia y disciplina bajo supervisión del entrenador físico y de los médicos.
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La sofrología en el deporte ayuda al deportista en el ámbito de su personalidad, enseñándole recursos para que él mismo, de forma autocontrolada, pueda regular sus tonos físico y mental antes, durante y después de la competición.